Trabajar la inteligencia emocional en los niños reduce el riesgo de conflictividad
Redacción de Educaweb
07/03/2012
El Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona ha presentado una nueva edición del informe del Observatorio Faros de la Infancia y la Juventud que se centra en evaluar la necesidad de la inteligencia emocional y sus efectos en la prevención de patologías. Así, a partir de datos internacionales se demuestra que el buen manejo de las emociones previene a las personas de sufrir ansiedad, depresión u otros problemas de salud mental.
El estudio, coordinado por Rafael Bisquerra, catedrático de orientación psicopedagógica de la Universidad de Barcelona (UB), destaca que educar la inteligencia emocional desde la infancia es clave para reducir el riesgo de padecer enfermedades mentales, de convertirse en un adolescente o adulto conflictivo y disminuye el riesgo de sufrir adicciones.
Desde su punto de vista, "cada vez se tiene más en cuenta la educación emocional pero todavía queda mucho camino por recorrer"; y considera que "es necesario que la educación emocional entre en la programación curricular de los alumnos, de forma que haya un tiempo reservado para ello en clase pero que también se aborde desde todas las materias que se imparten". Por eso, proponen incluir esta tipo de formación en las tutorías y en la asignatura de Educación cívica (Antes educación para la ciudadanía).
Según los investigadores del Informe Faros, trabajar la educación emocional en clase mejoraría el clima escolar, la relación entre compañeros y con el docente y facilitaría la adquisición de aptitudes y habilidades útiles, que contribuyen a mejorar la tolerancia a la frustración y una buena gestión de las situaciones adversas.
Por último, el estudio destaca las buenas prácticas en materia de comunicación emocional de algunas comunidades autónomas, como Castilla-La Mancha, donde la educación emocional ya se ha introducido en el currículum escolar como una competencia más. En el País Vasco la administración ha formado a 2.000 profesores en técnicas para reforzar la educación emocional y en Extremadura se ha creado la "red de escuelas con inteligencia emocional".
El estudio, coordinado por Rafael Bisquerra, catedrático de orientación psicopedagógica de la Universidad de Barcelona (UB), destaca que educar la inteligencia emocional desde la infancia es clave para reducir el riesgo de padecer enfermedades mentales, de convertirse en un adolescente o adulto conflictivo y disminuye el riesgo de sufrir adicciones.
Desde su punto de vista, "cada vez se tiene más en cuenta la educación emocional pero todavía queda mucho camino por recorrer"; y considera que "es necesario que la educación emocional entre en la programación curricular de los alumnos, de forma que haya un tiempo reservado para ello en clase pero que también se aborde desde todas las materias que se imparten". Por eso, proponen incluir esta tipo de formación en las tutorías y en la asignatura de Educación cívica (Antes educación para la ciudadanía).
Según los investigadores del Informe Faros, trabajar la educación emocional en clase mejoraría el clima escolar, la relación entre compañeros y con el docente y facilitaría la adquisición de aptitudes y habilidades útiles, que contribuyen a mejorar la tolerancia a la frustración y una buena gestión de las situaciones adversas.
Por último, el estudio destaca las buenas prácticas en materia de comunicación emocional de algunas comunidades autónomas, como Castilla-La Mancha, donde la educación emocional ya se ha introducido en el currículum escolar como una competencia más. En el País Vasco la administración ha formado a 2.000 profesores en técnicas para reforzar la educación emocional y en Extremadura se ha creado la "red de escuelas con inteligencia emocional".
En este tema estoy de acuerdo en que es importante trabajar la inteligencia emocional para que los alumnos sean capaces de adaptarse a las diferentes situaciones que a lo largo de su vida se van a tener que enfrentar, y las diferentes emociones que les van a surgir a lo largo de su vida. Además a nivel de relación de la inteligencia emocional con el centro docente en el que el alumno se encuentre, considero que no solo, como dice el texto, reduce el riesgo de conflictividad, sino que para el alumno supone una forma de adaptarse a los problemas y emociones que le puedan surgir, ya sea con sus compañeros, con los profesores, con las asignaturas, con los padres, etc.
ResponderEliminarPor tanto si trabajamos la inteligencia emocional en todas las materias supone un progreso para todos los alumnos, pero es importante que este hecho no se quede solo en una intención y que se empiece a trabajar de forma progresiva en los centros con el objetivo de ayudar a los alumnos y prepararles para las diferentes situaciones con las que se pueden encontrar.